En los últimos meses se ha observado una disminución en la demanda de diésel para maquinaria pesada en varias de las principales economías del mundo. Este hecho podría ser una señal temprana de una actividad económica más débil y menor gasto de los consumidores.
En China, por ejemplo, el número de camiones en las carreteras ha disminuido recientemente, mientras que en Europa, la prima del diésel con respecto a los futuros del crudo ha caído a su nivel más bajo en más de un año. La expectativa de S&P Global Inc. es que la demanda de diésel en Estados Unidos disminuya en un 2% en 2023, lo que sería la mayor caída en el uso de diésel en el país desde 2016. Los economistas han señalado que una disminución en la demanda de combustible puede indicar un crecimiento económico más amplio en riesgo y una recesión en aumento.
Gran parte de la disminución de la demanda de diésel se debe al transporte por carretera, que consume la mayor parte del diésel en China y Estados Unidos. En términos de porcentajes, China consume alrededor del 60% del diésel y más del 70% en Estados Unidos. En China, el número de camiones que circulan por las carreteras ha disminuido en un 8% recientemente, mientras que en Estados Unidos, el consumo de camiones y combustible se ha visto afectado por la disminución de la producción en las fábricas y la construcción de viviendas, así como por los elevados inventarios de los minoristas.
La desaceleración del transporte por carretera en Estados Unidos también se debe a un cambio en las pautas de gasto de los consumidores. Con la inflación apretando los presupuestos familiares, la gente tiende a dejar de comprar bienes de consumo envasados baratos, como los refrescos, que suelen circular en grandes volúmenes.
Consecuencias que se pronostican por la baja de demanda de diesel
De acuerdo con economistas de S&P Global Inc., la caída de la demanda de diésel en Estados Unidos será especialmente pronunciada en la costa oeste, donde los despidos masivos en el sector tecnológico y la crisis bancaria han sometido a la región a tensiones financieras. A medida que los precios de la gasolina y el diésel se ajustan, los conductores pueden optar por combustibles más baratos o reducir su uso, lo que puede tener un impacto en la demanda general de combustible.
Ahora bien, la disminución de la demanda de diésel en Estados Unidos podría tener un impacto en la economía de México debido a la estrecha relación comercial entre ambos países. México es el segundo mayor socio comercial de Estados Unidos después de China, y la disminución en la demanda de diésel en Estados Unidos podría afectar negativamente a la economía mexicana, que depende en gran medida de la exportación de bienes y servicios a su vecino del norte.
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